“No me envíen guiones. No los leo”, advirtió en cierta ocasión el productor cinematográfico portugués Paulo Branco (Lisboa, 1950) a los asistentes a una clase maestra como la que ofrecerá en el 22 Festival de Cine de Lima PUCP, donde será objeto de un homenaje.
“La mayoría de los filmes en que me he involucrado –agregó- han surgido de una comida en la que se ha hablado del proyecto, hemos discutido cómo hacerlo y se ha tomado la decisión de llevarlo a cabo”. Así se concretó Lisbon Story, de Win Wenders, a quien Branco invitó a cenar en la Berlinale para interesarlo en esta historia que tenía lugar en la capital portuguesa, y cuya realización dispondría de fondos aportados por Lisboa con motivo de haber sido designada como Capital Cultural de Europa en 1994.
Pero Wenders no asistió a la comida solo, sino que pidió permiso para que lo acompañara el escritor Paul Auster. El resultado fue que, además de la película de Wenders, se acordó también la producción de The Inner Life of Martin Frost , que el propio Auster escribiría y dirigiría años más tarde. Ninguno de los dos guiones estaba en esos momentos listo.
Anécdotas como esta se repiten en la trayectoria profesional de Paulo Branco, que comenzó en 1975 y se ha desarrollado durante más de cuatro décadas en diversos escenarios internacionales, en los que ha producido hasta el presente unos 300 largometrajes de directores como David Cronenberg, Jerzy Skolimowski, Alain Tanner, André Téchiné, Christophe Honoré, Olivier Assayas, Joao César Monteiro, y, especialmente, Raúl Ruiz y Manoel de Oliveira, entre muchos otros.
Branco ostenta el record se ser el productor con el mayor número de películas seleccionadas por el Festival de Cannes para sus diferentes secciones -60 en total, de las cuales 27 han competido en la Sección Oficial-, mientras que Venecia le ha aceptado otras 48.
Pero a la vez que es solicitado por directores establecidos y sus películas son esperadas en los grandes festivales, no ha dejado de prestar atención al descubrimiento y promoción de nuevos talentos. Con ese fin fundó en 2006 –luego de varias experiencias empresariales previas- Alfama Films Production, una productora sustentada en el principio del rol creativo del productor independiente.
“En esta época de grandes corporaciones –ha señalado-, la figura del productor ha sido reducida a la dimensión de una pieza más del engranaje corporativo. Nuestro trabajo se ha vuelto mucho menos personal y relevante, pero yo sigo creyendo en la importancia de la creatividad profesional del productor individual, y es por eso que estoy aún en activo”.
A esa firme convicción que ha hecho sobresalir a Paulo Branco en el panorama cinematográfico contemporáneo, a la vez que paradójicamente lo convierte en uno de los últimos baluartes de una especie en extinción, rinde merecido homenaje el Festival de Lima, como reconocimiento a la abnegada e incluso épica labor de un auténtico hacedor de sueños.
Y si usted pretende aprovechar esta visita de nuestro ilustre invitado para hablarle de algún proyecto de película que busca encauzar, recuerde ni mencionarle siquiera que tiene el guion preparado para entregárselo. Mejor invítelo a un buen restaurante limeño y allí converse con él, como quien no quiere las cosas, sobre la historia y los personajes que tiene en mente. Quizá en la inigualable gastronomía peruana cuente con la mejor carta de triunfo para lograr su empeño.
Carlos Galiano
Título: Entre platos y copas, escena tras escena