Si hubiese que poner un nombre a la butaca situada en la punta izquierda de la fila más alta de la sala azul ese sería el del amigo y miembro del comité asesor de Festival de Lima que nos abandonó el último 5 de junio, en medio del trajín de la programación de la edición número 22 a la que aportó, como lo venía haciendo desde hace varios años, con sus impresiones, comentarios y sugerencias con relación a las películas evaluadas. Federico fue uno de los más entusiastas colaboradores en las tareas de la programación.
Esa, sin embargo, no es la única razón por la que lo recordamos de manera especial en esta edición, pues se trata de uno de los cinéfilos más activos y productivos en la historia de la cultura cinematográfica local. Fue uno de los fundadores de la revista Hablemos de Cine a comienzos de 1965 y tuvo en ella una amplia participación a lo largo de los veinte años de esa publicación. Luego escribió en la revista La gran ilusión. Mientras tanto, y luego de su retorno de Paris, donde vivió cinco años estudiando y viendo cine intensamente, sin dejar las críticas y las entrevistas para Hablemos de Cine, escribió sucesivamente desde 1975 en los diarios La Prensa, El Observador y La República. En ellos tuvo una columna crítica semanal de una extensión mayor a la que se estilaba en otros diarios, instalando toda una manera de organizar de manera didáctica e informada, sin dejar de ser amena y estimulante, el planteamiento de la crítica. No hemos tenido a nadie en el Perú con esa metodología tan ordenada.
Por otra parte, Federico tuvo una activa participación en diversos cineclubes de los años sesenta (entre ellos, el Cine Club de la Universidad Católica) y setenta, dirigió unos pocos cortometrajes y se convirtió después en un colaborador de la Filmoteca de Lima del Museo de Arte, y especialmente, a partir del 2003, de la Filmoteca de la PUCP en la que formó parte del Directorio. La retrospectiva dedicada a Ingmar Bergman en los últimos meses de junio y julio lo tuvo como uno de sus principales promotores, como tres años antes lo había sido con la retrospectiva por el centenario de Orson Welles y como, sin duda, lo hubiera hecho con las retrospectivas de los centenarios de Federico Fellini y Alain Resnais en los próximos 2020 y 2022, respectivamente.
Hombre de vasta cultura, lector infatigable y melómano consumado (era miembro de la directiva de la Sociedad Filarmónica), se desempeñaba además como editorialista y analista internacional en el diario La República. Esas facetas se ocultaron un tanto ante el protagonismo que tuvo su actividad crítica y cinéfila, esas que harán que lo recordemos siempre en la butaca de la sala azul del Centro Cultural que hizo suya.
ISAAC LEÓN FRÍAS